jueves, 16 de octubre de 2008

Claves para el análisis de "Niñas araña" y "Dulce"


Obras: “Niñas araña”, de Luis Barrales, y “Dulce”, de Pierre Sauré.

Sobre “Niñas araña”:
La obra de Luis Barrales ficciona con las horas muertas del trío de adolescentes que ganara notoriedad por su forma de trepar y robar en comunas del sector Oriente, pese a que dos de ellas estuvieran embarazadas.
La pieza las presenta en la azotea de un edificio con algunos de los objetos sustraídos del departamento de turno, mirando la ciudad desde lo alto y debatiéndose entre dar una entrevista a la prensa o persistir en el delito.
El texto emplea el vocabulario popular y elementos del coa. Además, utiliza un sistema de métrica, rima y reiteración que cita al hip hop, el rap y las décimas locales.
Con esos recursos, el autor consigue crear una convención eficaz, dotar a los monólogos más brutales de belleza lírica sin traicionar el habla y conducir a los personajes a través de diálogos punzantes, sagaces y de un humor aplastante.
Al mismo tiempo, instala nuevas interrogantes sobre la exclusión económica y la marginalidad social y pone en crisis la demagogia que ronda el tema. El delito se muestra como resultado de tensiones sociales enquistadas y los móviles de las tres jóvenes se explican a partir del vuelco insaciable, feroz e insatisfecho de una clase desposeída hacia la cultura del consumo que endiosa la posesión de bienes y que, simbólicamente, empuja a sus miembros a trepar.
La comunidad a pequeña escala que conforma el trío da pistas de las pugnas de poder internas, de la segregación que también opera en la marginalidad y de la resistencia a aceptar su condición.
La dirección de Daniela Aguayo se apega a un tratamiento realista la mayor parte del tiempo, con algunas pausas que matizan la situación. Reproduce la atmósfera de origen de los personajes mediante una banda sonora que se apoya en el reggaeton y un vestuario falsamente vistoso.
Su foco parece estar puesto en las actuaciones y en evitar la caricaturización y los estereotipos. Cuenta con un elenco afiatado —Cecilia Herrera, Isidora Stevenson y Daniela Jiménez— que dota de contradicciones, desparpajo y encanto a los personajes

Sobre Luis Barrales:
Luis Barrales ha venido madurando un estilo de escritura frontal que se aleja de los eufemismos y de las alegorías y que documenta la viveza de la contingencia, las contradicciones sociales y el verbo de la calle.
Se formó en la Escuela de Teatro de la Universidad Arcis y hasta ahora ha estrenado las obras “La raíz del silencio” (2002), “Uñas sucias” (2003), “Santiago Flayte” (2004), “H.P.” (2007), “La chancha” (2008) y “Niñas araña” (2008), la mayoría junto a la compañía Central de Inteligencia Teatral.
Ha oficiado de director de alguno de sus textos (“La chancha”) y próximamente sumará a su producción “La epopeya de Lucho Chaveta”, un montaje callejero que cumplirá temporada en la Quinta Normal y en la Plaza de la Constitución.

Sobre “Dulce”:
“Dulce” es un monólogo escrito y dirigido por Pierre Sauré y protagonizado por Claudia García. Corresponde a la tercera producción de la compañía Teatro Sub.
El texto canaliza una mirada generacional en torno a los vínculos filiales y se deja seguir como una interpelación a las figuras materna y paterna.
Se desplaza entre escenas fragmentadas que configuran la biografía de una mujer que resiente el abandono y el maltrato verbal de infancia.
Lo que comienza como el testimonio de quien padece bulimia pronto transita hacia los complejos de autoestima y, por ende, enlaza con los discursos recibidos en los primeros años de una madre que ha debido resentir la partida del padre. Este último se instala como una figura idealizada y ronda en los anhelos afectivos de la protagonista.
La escritura adopta un estilo principalmente emotivo para construir un viaje de carácter testimonial, donde el teatro, la escena y la representación se convierten en herramientas de validación personal y reparación del ego en último caso.
El diseño, la música y el colorido que acompañan a la pieza construyen un marco de tintes melodramáticos, con elementos kitsch, que a ratos remite a estéticas de otras disciplinas y que encuentra sintonía con los juegos verbales de la dramaturgia para revisitar lugares comunes del discurso romántico.
Claudia García enfrenta en la pieza su primera interpretación en solitario y sostiene la hora de representación con un amplio rango de registros interpretativos y un aplomo en las notas más dramáticas.
La puesta enfatiza la atmósfera intimista y se aparta del tono lúdico y cándido que predominaba en anteriores creaciones, como “Conmigo tú” y “Sobre mi boca”.

Sobre Pierre Sauré:
Formado en la Escuela de Teatro de la Universidad del Desarrollo, Pierre Sauré ha venido llevando a escena sus obras junto a la compañía Teatro Sub.
Hasta ahora ha escrito y dirigido “Conmigo tú” (2006), “Sobre mi boca” (2007) y “Dulce” (2008).
En estos trabajos se constata un interés por darle realce a otros lenguajes de la escena, como el diseño escenográfico y la música (en especial, canciones), junto al ingenio creativo, la economía de recursos y el uso del relato aparentemente cándido en que se incuba una situación dolorosa. Estos se han puesto al servicio de las disquisiciones de los términos de pareja (“Comigo tú”, “Sobre mi boca”) o de los vínculos filiales (“Dulce”), aunque en todos los casos se privilegia la perspectiva femenina (las protagonistas en las tres obras han sido mujeres) con citas del melodrama.


Claves para el análisis:
- Metáforas del país actual.
- Dramaturgia como alegoría y documento de la contingencia.
- Fábula y melodrama.
- Revisión de psicología femenina.

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